
"Es una hermosa pieza de plata de 45 por 30 cm., que en el centro tiene una rèplica del estadio Santiago Bernabeu.
La delegaciòn del Real en un fino gesto lo obsequiò al inicio del històrico partido, primero que jugaban "albos" y "merengues", el mièrcoles 9 de agosto de 1961.
Traer al equipo español fue tarea difìcil y de alto costo. Afortunadamente varios factores la hicieron posible.
Primero, Colo-Colo, despuès del èxito del Campeonato de Campeones que organizò en 1948, aumentò aùn màs nuestro prestigio y demostrò estar en condiciones de emprender otras grandes empresas.
Contaba afortunadamente con un extraordinario Presidente, Don Antonio Labàn, de enorme capacidad, empeñado en situar a los albos en òrbita mundial y por ello otorgò su garantìa personal para que el Real aceptara jugar en Chile por la enorme suma, en aquellos años, de cien mil dòlares.
Los españoles confiaron en Don Antonio recordando ademàs la històrica gira en que Colo-Colo jugò en esas tierras 14 partidos, ganando 7 y perdiendo solamente 4, logrando un sòlido prestigio.
Varios meses duraron las gestiones; en Chile se las miraba con escepticismo pensando que se trataba de una maniobra publicitaria.
Es que en esos tiempos traer al Real Madrid era poco menos que traer a un equipo del planeta Marte, porque se trataba del cuadro màs famoso del mundo, dueño de un historial impresionante; 8 campeonatos de liga, 6 Copas del Rey y su hazaña màs espectacular haber sido 5 veces consecutivas campeòn de Europa. Por eso, no solo Chile, toda Amèrica querìa traer al Real, pero finalmente esa vez jugò unicamente con Colo-Colo.
Los españoles eran desconfiados y 10 dìas antes de viajar Don Antonio Laban debe obtener un crèdito personal en el banco del Trabajo para depositar en el Embajada Española 57 mil dòlares. Garantìa exigida en forma perentoria. Por fin el 8 de Agosto de 1961 tras 23 horas de vuelo arriba al aeropuerto de Los Cerrillos el equipo español con todos sus astros; 9 de ellos integraban la selecciòn hispana y los demàs tambièn eran figuras de primer nivel.
Era un equipo de gloriosos veteranos; la mayorìa habìa superado los 30 años de edad, pero aùn en plena vigencia seguian triunfando plenamente. Di Stefano y Puskas, con 34 años eran los mas "viejos" pero a la vez los cracks indiscutidos .
La espectaciòn en Santiago era enorme. Lamentablemente, a un año de nuestro mundial el Estadio Nacional se encontraba en plena etapa de ampliación y su capacidad apenas superaba las 40.000 personas: por eso para financiar la costosa empresa se aumentò el valor de las entradas: bajo marquesina la localidad màs cara costaba 11 escudos y la modesta galerìa 2 escudos. Sin embargo, ese mièrcoles 9 de agosto de 1961 44.679 espectadores colmaron el Estadio Nacional produciendo una recaudaciòn rècord de 114.865 escudos.
Fue una fiesta inolvidable; a las 16 horas empezò el partido y los equipos formaron asì:
COLO-COLO: Escuti; Guevara, Navarro, y Josè Gonzàlez, Enrique Gonzàlez y Ortiz, Mario Moreno. Jorge Toro, Juan Soto, Luis Hernàn Alvarez y Bernardo Bello, DT; Hernàn Carrasco.
REAL MADRID: Domìnguez, Isidro, Santamarìa, Casado, Vidal y Pachìn, Canario, Del Sol, Di Stefano, Puskas y Gento, DT; Miguel Muñoz.
Arbitrò el argentino Brozi, de cometido irregular por decirlo suavemente. Porque nos perjudicò en no cobrar dos vistosos penales.
Colo-Colo fiel a su estilo atacò briosamente desde el primer minuto. En el primer tiempo perdiò varias ocasiones por la impericia de Luis Hernàn Alvarez que jugò fuera de su posición; sin embargo Juan Soto fue una pesadilla para los españoles. El Real Madrid mostrò una defensa lenta y de gran rudeza que el àrbitro no fue capaz de frenar. La delantera, en cambio, hizo maravillas jugando de memoria y con gran velocidad. Di Stefano fue el motor incansable, en tanto que Puskas deslumbrò con el talento de su habilidad increìble.
En el segundo tiempo "Chamaco" Valdès entrò por Juan Soto y despuès entrò "Cua Cua" Hormazàbal. Los goles fueron màs errores albos que mèritos del Real, Puskas de zurda a los 43 del primer tiempo e Isidro a los 18 del segundo tiempo sellaron la suerte del Cacique.
Al final un 0-2 injusto, que no obstante significaba una derrota. Se habìa perdido frente a uno de los mejores del mundo. Pero derrochando coraje y buen fùtbol.
Traer a Real Madrid costò un poco màs de 100 mil dòlares; el club salvò los gastos no ganò mucho dinero, pero si aumentò su prestigio como instituciòn seria y responsable y que ademàs jugaba un excelente fùtbol.
La bandeja de plata, recuerda este hecho notable. Un partido con Real Madrid que nadie creìa posible y Colo-Colo convirtiò en realidad."
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